Las actividades de alumnos fuera del aula son una parte fundamental de la experiencia educativa, ya que ofrecen oportunidades únicas para el desarrollo personal, social y académico de los estudiantes. Estas actividades extracurriculares no solo complementan el aprendizaje en el aula, sino que también fomentan el trabajo en equipo, fortalecen las relaciones interpersonales y promueven un ambiente de camaradería entre los compañeros.

Este trimestre han tenido lugar experiencias de este tipo que podemos englobar en dos bloques: convivencias y salidas culturales.

En el primer grupo destacamos la convivencia anual de tres días de los alumnos de 2º de Bachillerato a Burgos donde pudieron realizar una visita guiada a la catedral y al casco antiguo, así como al yacimiento arqueológico de Atapuerca y el CAREX (el Centro de Arqueología Experimental). También hubo tiempo para la diversión yendo a los kars.

El fin específico de estos días ha sido reforzar los vínculos de convivencia entre los alumnos, y de estos con los profesores. A su vez han sido días donde el colegio siguió cuidando de su formación humana y espiritual.

En cuanto a salidas culturales, destacamos la de los alumnos de 2º y 3º de Primaria a Zumarraga realizando una visita guiada a la Ermita de La Antigua y una ruta de senderismo.

 

Beneficios de las actividades fuera del aula:

1.-  Los estudiantes tuvieron la oportunidad de explorar nuevos lugares, vivir experiencias enriquecedoras y participar en actividades que estimularon su cultura y crecimiento personal.

2.- Estas actividades ofrecen un espacio propicio para el desarrollo de habilidades sociales. Al interactuar en un entorno menos estructurado, los estudiantes aprenden a comunicarse de manera efectiva, a trabajar en equipo, a resolver conflictos y a apreciar la diversidad de pensamientos y opiniones.

3.- La convivencia fuera del aula también promueve el sentido de pertenencia y la construcción de la comunidad escolar. Los alumnos tienen la oportunidad de conocerse mejor, compartir intereses comunes y forjar amistades sólidas que trascienden las paredes del aula. Esta conexión emocional entre compañeros crea un ambiente más positivo y colaborativo dentro del entorno educativo.

4.- Por último, las convivencias fuera del aula pueden ser un estímulo para el interés académico. Actividades como excursiones, visitas a museos, campamentos o proyectos comunitarios pueden despertar la curiosidad de los estudiantes, motivándolos a explorar nuevas áreas de conocimiento y a descubrir pasiones que van más allá de lo enseñado en clase.

En resumen, estas vivencias extracurriculares no solo complementan la formación académica, sino que también preparan a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo con una perspectiva más amplia y habilidades más sólidas.